jueves, 11 de marzo de 2010

LECTURA MOTIVADORA

ZANAHORIAS, HUEVO O CAFE

Zanahorias, huevos y café

Así como el oro debe pasar por el fuego para ser purificado, los seres humanos necesitamos
pruebas para pulir nuestro carácter Lo más importante es cómo reaccionamos frente a ellas.
Una hija se quejaba con su padre acerca de la vida. No sabía cómo seguir adelante y,
cansada de luchar, estaba a punto de darse por vencida. Parecía que cuando solucionaba un
problema, aparecía otro.
El padre, un reconocido chef, la llevó a la cocina. Llenó tres ollas con agua y, las puso
sobre fuego fuerte. Cuando el líquido estaba hirviendo, echó zanahorias en la primera olla,
un par de huevos en la segunda, y, algunos granos de café en la tercera.
La hija esperó Con impaciencia preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte
minutos él apagó el fuego, puso las zanahorias en un recipiente y los huevos en otro, coló el
café y lo sirvió en una jarra. Mirando a su hija, le preguntó:
-Querida, ¿qué ves?
-Zanahorias, huevos y café -fue la respuesta.
Le pidió que tocara las zanahorias: estaban blandas. Luego le dije que rompiera un huevo:

estaba duro. Por último, le pidió que probara el café. Ella sonrió, mientras disfrutaba el rico
aroma de la bebida. Humildemente la joven preguntó:
-¿Qué significa esto, papá?
-Estos tres elementos -explicó él- se han enfrentado a la misma adversidad, el agua
hirviendo, y cada uno ha reaccionado en forma diferente. La zanahoria, fuerte y dura, se
tornó débil fácil de deshacer. El huevo era frágil; la cáscara fina protegía su interior líquido,
que después de estar en el agua hirviendo se endureció. Los granos de café transformaron al
agua, convirtiéndola en la rica bebida que te reconforta y calienta. ¿Qué eres tú? -le
preguntó el cocinero a su hija-. Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿eres zanahoria,
huevo o grano de café?
¿Y usted, amigo lector? ¿Es como una zanahoria, que parece fuerte pero se vuelve débil
cuando la adversidad la toca? ¿Es como un huevo, cuyo corazón maleable se endurece ante
las penas? ¿O como un grano de café, que cambia al agua hirviente, al elemento que le
causa dolor? El que es como un grano de café, reacciona mejor cuando las cosas se ponen
peor.

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